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  • Cuentos de un Jardín Inglés: Sobre adicción, amor, y familia.

    Estimadas y estimados lectores: Esta ocasión les traigo la cuarta entrega de los 12 cuentos que les he prometido. Este, que es tal vez el cuento más corto de la colección, nos sitúa en la Navidad de 1925 y el primer mes del año siguiente. Veremos a nuestros queridos personajes interactuar entre ellos y su círculo de amigos, navegando las difíciles aguas de las relaciones familiares, el trabajo, y los intereses creados. Pero no se preocupen, también habrá tiempo para el romance y la felicidad. Para acompañar esta lectura, les recomiendo una balada antigua que data del siglo 16 (sí la época en que vivió Shakespeare). Aunque originalmente la pieza era una balada galante y su letra posiblemente tenía una connotación sexual algo pasada de tono, con el tiempo la gente convirtió esta tonada en un villancico navideño titulado en inglés "What Child is this?" (¿Quién es este niño?). Este será el último cuento que publicaré este año, ya que otros proyectos están ahora reclamando mi atención. Sin embargo, tengan por seguro que regresaré el año próximo con el cuento número cinco. Hasta entonces, les deseo felices fiestas y un próspero año 2025. Tales of an English Garden: Of Addiction, Love, and Family Dearest readers, This time, I bring you the fourth installment of the 12 short stories that I have promised you. This is perhaps the shortest of the stories in the collection. It situates us on the Christmas of 1925 and the first month of the following year. We'll see our dear characters interact between them and with those in their small circle of friends, as they navigate the difficult waters or family relations, work, and vested interests. But don't worry too much. There will be time for romance and happiness as well. To accompany your reading, I suggest an ancient ballad from the XVI century (yes, from the same years that Shakespeare walked on this Earth). Although the piece was originally a romance with lyrics that may have implied a saucy double entendre, time has transformed it into a famous Christmas Carol entitled "What Child is This" (see link above). This will be my last installment this year, as other writing projects are claiming my attention. However, I will certainly be back next year with the fifth tale. Until then, I wish you all Happy Holidays. Traduzione italiana disponibile su https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/

  • A new fan artist has emerged! (Spanish version below)

    Dear all, This is just a quick blog post to talk about my friend Pimil Cate, a fellow Candy Candy fan, who comes to us from Japan, bringing us sweet (humanly-generated) drawings. She has found inspiration in Igarashi's characterization of our beloved Characters. With simple and unassuming strokes from her pen or pencil, Pimil Cate evokes deep emotions that situate us in manga moments, CCFS scenes, imagined scenes of Candy and Terry ever-after happy life. She has honored me using moments from my stories to inspire some of her pieces. For that reason, I have added her name and a link to her Instagram account to my daffodil-centric gallery. However, regardless of her fondness from my little tales, I admire her work for what it is worth: the sincere love of a fan for the story that we all cherish. The following picture will take you directly into Pimil Cate's instagram site Spanish Version: Estimadas amigas (y estimados amigos): Esta es solamente una breve nota en mi bitácora para platicarles acerca de mi nueva amiga Pimil Cate, una fan de Candy Candy proveniente del bello Japón. Ella nos trae hermosos dibujos (hechos a mano). Pimil se ha inspirado en el trabajo de Igarashi y cómo esta magaka se imaginó originalmente a nuestros queridos personajes. Con trazos sencillos y honestos, Pimil Cate evoca emociones profundas que nos sitúan en momentos del manga, escenas de CCLHD, o viñetas en las que ella imagina la ídilica vida matrimonial de Candy y Terry. Pimil Cate me ha honrado usando algunos momentos de mis cuentecillos para inspirar algunos de sus dibujos. Por esta razón, he añadido una liga a su cuenta de Instragram desde mi Galería de fanarts relacionados con mi universo de la Temporada de Narcisos. Sin embargo, sin importar el gusto que Pimil Cate ha manifestado por mis historietas, yo admiro su trabajo por lo que implica: el sincero cariño de una fan por la historia que todos queremos tanto. Si le dan click al fanart que antecede a este texto, podrán llegar a la cuenta de Instragram de Pimil Cate, la cual les recomiendo ampliamente.

  • Tales of an English Garden: Three Generations

    Spanish Es con gran placer que le damos la bienvenida al mes de Septiembre con la segunda entrega de la serie "Cuentos de un Jardín Inglés" traducidos a tres idiomas simultáneamente. Para acompañar esta publicación, iré revelando una serie de imágenes generadas con inteligencia artificial generativa en mi cuenta de Instagram ( @josephine_hymes ). Sin embargo, les dejo aquí la primera de ellas que resume el tema de este cuento subtitulado " Tres Generaciones ". Adicionalmente, les comparto una liga para una canción que tuve en mi mente mientras escribía esta pieza. Se trata de un tema compuesto para el famoso musical " West Side Story ", que es la versión revisionista de Romeo y Julieta, puesta en el contexto de los inmigrantes latinoamericanos en el Nueva York de los años 50s. Esta canción ha sido grabada por muchísimos cantantes famosos, pero aquí quiero dejarles una versión que tal vez no sea muy conocida: Lucy Thomas cantando "Somewhere" del maravilloso compositor norteamericano Leonard Bernstein y el letrista Stephen Sondheim. Abajo están las ligas para las versiones en español, inglés, e italiano. Un agradecimiento muy especial para las generosas compañeras italianas que están trabajando tan arduamente con las traducciones a su bella lengua. Ustedes son lo máximo, chicas. Traduzione italiane disponibili su https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/ English It is with great pleasure that we welcome September with the second issue of "Tales of an English Garden" translated to three languages: English, Spanish, and Italian. As a companion to this issue, I will be publishing a series of GAI images in my Instagram account ( @josephine_hymes ). However, I will leave you here the first one which succinctly presents the topic of this tale subtitled " Three Generations". Additionally, I share with your a link to a song that I had in my mind as I was writing this piece. It is one of the central themes in the famous musical " West Side Story ", which is the revisionist version of Romeo and Juliet, in the context of the LatinX community in New York, during the 1950s. This song has been recorded by many famous artists, but I have chosen this not so well-known version sung by Lucy Thomas. So, here's "Somewhere" from the wonderful American composer Leonard Bernstein and the lyricist Stephen Sondheim (see video above). Below, you will find the links to my tale in three languages. Special thanks to the wonderful Italian fellow-fans who are helping me with the translations to their beautiful language. You girls are the best! Traduzione italiane disponibili su https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/

  • Tales of an English Garden: 1. Two Hawks in the Air

    Queridas (os) lectoras y lectores: Por favor, no esperen una lectura llena de emociones, angustia, intrigas o pasajes de desenfrenada pasión. Esta es una lectura lenta de un momento sobre el cual nuestro fandom ha fantaseado en múltiples ocasiones y que ha sido ya explorado por otras escritoras de fanficciones. Aunque no encontrán aquí una trama con grandes sorpresas, espero que al menos el texto les deje una sensación cálida en su corazón. Así que les sugiero tomen esta lectura como si fuese una taza de un tibio té (o cualquier bebida caliente que ustedes prefieran) acariciándoles sus gargantas en una displicente mañana lluviosa (lo cual es mi caso al momento que escribo). Saboréenlo con las notas del aire escocés enlazado más abajo y dénle suficiente tiempo para hacer volar su imaginación. Con Amor y Gratitud Jo Hymes Dear Readers, Please, do not expect a reading full of excitement, anguish, intrigues, or rough passionate passages. This is a slow narrative of a moment that CC fans have often fantasized about and multiple fanfic writers have explored. Although you may not find plot surprises at all, I hope the text can at least warm your heart. So, I suggest taking it as a warm cup of tea (or whatever favorite hot drink you prefer) caressing your throat in a slow rainy morning (which is true for me as I write this text). Savor it with the notes of an the Scottish air linked below and with sufficient time to let your imagination fly. With Love and Gratitude Jo Hymes Traduzione italiane disponibili su https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/ Without further ado . . . here's the link to Tales of an English Garden Main Page Don't forget to add a comment after reading . . . No te olivdes de dejar un comentario después de leer . . .

  • AI Fan Art Gallery

    Español He compuesto una galería con hermosas imágenes creadas por compañeras de nuestra comunidad de fans de CC y CCLHD inspiradas en mi fanficción "La Temporada de Narcisos". Las imágenes están hechas en diversos estilos considerando la visión muy personal de sus creadoras y puede no coincidir del todo con la visión que la audiencia tenga de los mismos. Sin embargo, todas las imágenes están hechas con gran cariño por la historia, mucho esfuerzo para obtener la versión mejor acabada posible, y gran creatividad para lograr los resultados deseados por las creadoras. Por ello merecen nuestro respeto y admiración. Se les invita a disfrutarlas sin reusarlas o modificarlas. Sin embargo, se les anima a compartir una liga a la galería a través de sus redes sociales para que otros miembros de nuestra comunidad puedan disfrutarlas también. English I have put together a small gallery with beautiful images created by our fellow-cc-fans that were inspired by my fanfiction "The Seasons of the Daffodils". The images have been composed using different styles and based on the very personal view of the creators. This vision may not coincide with that of the audience. However, all these images were generated with great love for CC story, a lot of effort to obtain the best image possible, and great creativity to get the desired results. For that reason, the creators deserve our respect and admiration. I encourage you to enjoy the image without reusing or modifying them. Nevertheless you can share a link to the gallery in your social media, so that other fans can come and enjoy the images.

  • El Rompimiento Según CCLHD

    Este pasaje de “ramblings” fue escrito originalmente en español con el fin de contestar una pregunta hecha por una compañera del fandom  al respecto de la traducción al español de la novela. La pregunta se enfoca en un pasaje específico. La pregunta en cuestión era: “Se sabe que Candy recibió los boletos de ida a NY por parte de Terry. Pero aquí viene el detalle, pues parece que no pasa el recibimiento de Terry en la estación, el paseó en las calles de la ciudad y la visita al apartamento que tanto vemos en manga y anime,  pues cuando Candy está en la azotea cuando salvó a Susana, ella dice "por fin volví a ver a Terry". O sea hasta ese momento lo volvió a ver y pasa lo inevitable después : su separación. O sea ese detalle deja mal parado a terry que no estuvo cuando candy llego ya que era el reencuentro soñado y al parecer no pasó de un día todo lo ocurrido , no se que tenia pensado Nagita al eliminar esos momentos”.   Mis observaciones sobre el pasaje en cuestión: Creo que para comprender este pasaje es necesario entender dos cosas. 1) El género narrativo usado en la parte 3 de la novela es diferente a las partes 1 y 2; 2) El orden en que aparece la información en este pasaje tiene implicaciones muy relevantes. Les ruego tener paciencia conmigo mientras intento explicar lo siguiente. Género Narrativo En las dos primeras partes del libro (traducción al español), la mayor parte de la historia (aunque no toda) se nos cuenta a través de una narradora omnisciente (que lo sabe y ve todo, incluyendo los sentimientos y pensamientos de varias personajes, no solamente los de la protagonista). Por el contrario, la parte 3 de la novela se narra principalmente a través de dos géneros: narrativa epistolaria (cartas entre Candy y sus amigos) y memorias (la protagonista en su edad adulta recuerda algunos eventos de su vida). Luego entonces, debemos entender que aquello que leemos no nos dice todo lo que pasó en estricto orden cronológico y no siempre incluye las perspectivas y mucho menos los pensamientos de todos los protagonistas. Por lo tanto, en esta tercera parte, los lectores solamente tenemos acceso a aquello que selectivamente esas cartas y recuerdos alcanzan a decirnos. Por ejemplo, no vemos claramente la relación entre Frannie y Candy, ni las muchas formas en que no pudieron entenderse una a la otra. Solamente sabemos, por la carta de Candy, que no llegaron a ser amigas como le hubiese gustado a Candy. A pesar de ese fracaso, Candy respeta y admira a Frannie. Nunca llegamos a saber la perspectiva de Frannie, ya que no hay una carta de ella. Esto no implica necesariamente que Frannie no le hubiese respondido a Candy; tal vez lo hizo, tal vez no. Sólo sabemos que no hay una carta de Frannie incluida en la selección que tenemos en la novela. De la misma manera, las veces que la voz de Candy adulta nos cuenta sus recuerdos, las memorias son presentadas selectivamente para incluir aquellos detalles que la escritora ha considerado más importantes para desarrollar la narración de los hechos. Sabemos que este recurso pudo haber sido seleccionado por Nagita porque tenía límites por parte de la editorial en cuanto al número de páginas que las novelas debían tener. Todas las editoriales ponen límites como esos a los escritores por motivos prácticos. Luego entonces, hay eventos que estaban en el manga, y posiblemente aún considerados como canon por la misma escritora, que no fueron incluidos aquí por falta de espacio. ¿Cuáles eventos presentes en el manga y omitidos en la novela son aún canon para Nagita? No tenemos, hasta ahora, manera de saberlo. En los eventos que Nagita selecciona en la parte tres para contar la historia del rompimiento en  Nueva York, no se nos dan detalles sobre la manera en que se dio la llegada de Candy a Nueva York y como fue la recepción que Terry pudo haberle dado a ella. Aunque estos eventos no se incluyen en las memorias de la protagonista, no necesariamente significa que no ocurrieron. Para saber algunas posibles razones para esta omisión debemos considerar lo que nos dice el orden en que aparece la información. Orden de la Narración Es importante observar que antes de la narración de los eventos presentada como recuerdos de la protagonista, tenemos una carta en que Annie habla del rompimiento entre Candy y Terry como algo que la joven considera como una equivocación. En esa carta, Annie condena duramente a Susanna, considerándola como culpable del sufrimiento de Terry y su declive en su vida profesional. Después de la carta, la protagonista nos dice “ En aquella época, había cosas que Annie no sabía. Cosas en referencia a Susanna Marlowe ”. Esta frase nos advierte que lo que sigue en esta serie de recuerdos son ideas referentes al papel de Susannah Marlowe en la decisión que toma Candy de “ no volver a ver ” a Terry (como se dice en la carta de Annie). Sin embargo, si observamos el pasaje,  nos damos cuenta de que las ideas presentadas en los recuerdos de Candy no parecen seguir una secuencia cronológica. Por ejemplo, Candy quiere darnos una perspectiva benevolente del carácter de Susanna Marlowe que contrasta con la condenación expresada en la carta de Annie (Es casi como si la autora estuviese teniendo un diálogo con las lectoras que por mucho tiempo han condenado a Susannah, al igual que lo hace Annie). Así pues, Candy adulta empieza diciendo: “Me di cuenta de que aquella muchacha amaba más a Terry que a su propia vida. Susanna no era una mala persona. El día en que fui a visitarla al hospital nevaba”.   Las ideas presentadas son meras pinceladas de lo que ocurrió, presentándonos lo que es relevante para la narración, la cual intenta enfocarse en el papel de Susannah y su supuesta bondad (desde el punto de vista de Candy). Dicho de otra manera, las cosas que se dicen no ocurren en orden cronológico. Por ejemplo, Candy no se da cuenta  de que Susanna amaba más a Terry que a su vida antes de que la visita en el hospital. Sin embargo, el orden en que se mencionan estas dos cosas no sigue una lógica basada en el tiempo. Después de estos detalles, Candy recuerda su experiencia en el teatro, donde se entera del accidente de Susanna. Dicho de otro modo, Candy nos regresa otra vez en el tiempo, llevándonos a lo que pasó antes de que fuera a visitar a Susanna. Una vez más, aquí no importa la secuencia de los eventos ni otros detalles que suceden durante la visita de Candy en Nueva York, lo que importa es Susanna. Cuando finalmente llegamos al pasaje en que Candy nos dice “ Por fin volví a ver a Terry ” tenemos que tomar en cuenta cuán desordenados son los recuerdos que Candy nos presenta aquí y que solamente tienen como objetivo explicar el rompimiento y el papel que Susanna tuvo en él, dándonos (a los lectores y lectoras) detalles que Annie no puede incluir en su carta porque los ignoraba en aquella época. Observen cuán desconectadas aparecen las cosas: “Aunque había ido hasta allí para ver a Terry en su papel de protagonista, la representación pasó a ser lo último en mi lista de prioridades. Me dirigí directamente hacia el Saint Jacob, el hospital en el que habían ingresado a Susanna. Era una noche muy fría nevaba”   Este pasaje nos sitúa en las acciones de Candy después de oír en el teatro que Susannah había tenido un accidente. Sin embargo, lo que sigue después de este pasaje no son los detalles del encuentro de Susanna con Candy, sino esto: “Por fin volví a ver a Terry. Tiempo atrás cuando su compañía había pasado por Chicago, intenté dar con él en el hotel en que se hospedaba, pero Susanna me echó.”   ¿Por qué los recuerdos de Candy hacen estos saltos en el tiempo? Parece que pasamos de recalcar el hecho de que Candy había vuelto a ver a Terry en NY, al momento en que no pudo verlo por causa de Susanna ¿Por qué? Bueno, yo creo que la autora está tratando de darnos eventos para construir el carácter y rol de Susanna en la historia. En ambos momentos, en Nueva York y en Chicago, es Susanna la que se interpone entre Candy y Terry. Candy puede ver a Terry en Nueva York, pero Susanna interviene con esa reunión al accidentarse por salvar a Terry. Candy no puede ver a Terry en Chicago, porque Susanna la engaña al verla en el hotel. Después de eso nos enteramos de que Susanna había robado las cartas. Una vez más, este evento se nos presenta como otro dato suelto, diciéndonos aquello que sucedió después de encuentro de Susanna y Candy en Chicago. Por tercera vez, es Susanna la que se interpone entre Terry y Candy (aunque, una vez más, estas intervenciones no están narradas en orden cronológico). Inmediatamente después de este pasaje, tenemos detalles de la entrevista final entre Candy y Susanna. “Aquella noche, Susanna afirmó que su existencia sería solo una carga para nosotros y luego intentó arrojarse desde la azotea del hospital. Si no la hubiese detenido, estoy segura de que lo habría hecho”. Más adelante nos dice “Terry también estaba allí, atónito”. La presencia de Terry es aquí recalcada para hacernos entender cómo los tres, Susannah, Candy y Terry, interactúan en aquella noche para que se diera el rompimiento. En ningún momento se nos implica que es hasta este momento en el hospital en que Candy vuelve a ver a Terry y no antes de la presentación en el teatro. No se dan esos detalles porque están de sobra si el objetivo es simplemente narrar los motivos del rompimiento. Solamente se nos dan datos para que el lector pueda reconstruir en su mente los sentimientos de los personajes y podamos entender, desde la perspectiva de Candy, por qué ella toma la decisión de renunciar a Terry. Cosa que Annie ignora. Mi sugerencia a mis compañeras lectoras es no intentar interpretar la parte 3 de la novela como un relato cronológico contado por un narrador omnisciente en donde se cuenta un hecho tras otro como si los estuviéramos viviendo en la realidad. Son cartas y recuerdos que solamente dan pinceladas de una pintura mucho mayor que no se pudo narrar en detalle. En este pasaje, se omiten hechos. Por ejemplo, el famoso “te llevaré a la estación” no se menciona. Solamente sabemos que, en los recuerdos que Candy (Nagita) selecciona en este pasaje, Terry le dice: “Te lo ruego, quedémonos así, solo unos segundos más . . .” Luego hay puntos suspensivos. Lo que nos sugiere que pudieron haberse dicho más cosas. Una vez más, Nagita, a través de los recuerdos de Candy, solo nos deja ver rasgos seleccionados estratégicamente para narrarnos la historia de manera compacta (logrando el objetivo trazado por su editor), pero también dándonos nuevos detalles que no fueron dados en el manga. Por ejemplo, sabemos más de lo que Candy siente en ese momento y que Candy misma desea que el tiempo se detenga. Espero que esto largo devaneo mío no haya contribuido a confundirles más que a darle una respuesta a su pregunta.

  • The Season of the Daffodils is Completed

    It's Friday, dear friends, and life can be good sometimes. Today, the 2024 edition of The Season of the Daffodils has been completed and fully registered for Attribution, Non-Commercial, Non-Derivatives under the International Deed of Creative Commons. This means that you can read for free, share with others, as long as you don't change the contents, attribute authorship appropriately, and do not profit from sharing. After all, it is Keiko Nagita-sensei who owns the rights for the characters and story that she created. You can access the entire story here

  • After the Ball

    A Candy-Candy Vignette by Josephine Hymes The following is a companion vignette for a previous mini-fic entitled " During the Concert " . The two vignettes show our two protagonists dealing with the pain of their frustrated love on the same night on October 1922. A translation to Spanish of this Vignette is available here Translations to Italian are available at: https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/ The following piece by Chopin is highly recommended while reading "After the Ball" After the Ball By Josephine Hymes An evening in October 1922 The sound of the door closing after her lingered in her ears as she finally could liberate the breath she had been holding. The elegant mint-green bedroom was submerged in shadows. In the midst of such darkness, the shy crescent moon of October was having a hard time chasing away the gloom. She rested her head on the door, closing her eyes, wishing that everything that had happened that evening would simply vanish in the dustbin of her discarded bad memories. She wished that unsavory kiss could be just a figment of her imagination, but it was all too real, a real and disappointing fiasco. How did she allow that to happen? It was even worse because he hadn’t forced himself on her. It was with her consent. She had purposefully sent all the signs to let him know that she was expecting it. Isn’t that something that is supposed to happen at the end of a date? But Christ! The second it started, she wished those lips away from hers. “You truly are an idiot, Candy” she said out loud, still reclined on that blasted door, watching how the moonlight fell on the mirror of her dressing table. Yet the darkness was still reigning in the bedroom. With a sigh, more charged with fatigue than relief, the young woman began to move away from the door. Walking towards the center of the bedroom, she began to liberate her feet from the high heels she was wearing, tossing them away. Walking over the Persian carpet, she reached the four-posted bed, and collapsed on the mattress. “I t was the most disastrous date of my entire life ” she thought with a bitter chuckle that did not transfer into a smile, “and considering my depressing love-life, that is to say a great deal.” Her eyes wandered around, looking at the silken canopy over her, as it were a screen on which she could replay the events of the previous weeks. Annie had insisted on her attending the McNamara’s Gala with this new friend Archie had met in the Chicago Yacht Club. The man belonged to the wealthy Stager family and was one of the most coveted bachelors that season. In fact, she had met him a couple of times before, danced a Charleston or two with him in one of Annie’s parties, and met him for tea in some other occasion. That was all. True, he was handsome, with a devilish pair of hazel eyes and a roguish smile that reminded her of another . . . albeit not the same. It was perhaps that half smile of his that had persuaded her to accept his invitation to escort her to the gala. She thought that perhaps this time, just this once, Annie’s pick had not been so outlandish. “ I’m such a fool ” she told herself inwardly and, raising her body to sit on the bed once again, she started to roll down her stockings. Moving her head right to left, silently disapproving her own behavior, she undressed with lazy movements. While each garment was carelessly dropped on her white and pink striped loveseat, she made a mental note to mind about the mess the following morning. But each piece of clothing coming off her body did not contribute to make her feel lighter. On the contrary, the young woman felt the weight of her disappointment pressing her shoulders even more than before. She opened her closet to extract a silk robe that she lazily put on, before she sat in front of her dressing table. Suddenly, as soon as she sat on the ottoman, her shoulders began to shake, releasing a sob while her tears rolled down her cheeks. Instinctively, she opened one of the drawers to find her prayer book. There, amidst her favorite prayers, lay his photo. For a second, she couldn’t bring herself to look at the faded image of his bright eyes. She felt as though that night she had cheated on him and the pain of her guilt was pungent. However, after her initial resistance eroded under the pressure of her need to see him again, she caressed with her eyes every line of that beloved face. “No man compares to you, my arrogant fool,” she whispered with just a tiny stream of air running through, from her lungs to her throat. She placed the opened book on her dressing table, leaving her hands free to proceed to take off her make up. “ How did I ever imagine that awful boor could be anything like you  . . .” she thought, wiping off her tears with a cotton ball, “ I mean, you can be a boor yourself at times, but that’s just the surface , whereas him . . . what an insufferable clown, talking about money, cars, and yachts the entire evening! I should have run away since he opened his mouth”. As she looked at herself in the mirror, for a second that seemed to last an eternity, the man whose’ face she could not forget seemed to emerge from the darkness. “ And you let that idiot kiss you! I will never forgive you, Freckles! ” a voice as deep and masculine as the one that hunted her dreams penetrated the silence, sounding like a cello vibrating in the silence of the night. She looked at him, recognizing that cold glare in his eyes, blue as the sea in a stormy morning. “ Can you reproach me for trying to live again, dear Terry ?” she retorted, looking into his eyes, half happy to have conjured his memory and half afraid of his reactions now that the ghost of his memory had decided to visit her again. “ But you made such a fuss when I tried to kiss you, and now you accept these dates, this man . . . are you truly trying to forget about me . . . about us ?” the image in the mirror responded, still morose. Candy lowered her eyes, dipping the cotton ball in cold cream to wipe the eye liner that was running down her cheeks, mixed with her own tears. “Please, try to understand. I wish I could honestly explain to you what I felt then . . . after the May Festival . . . what your kiss truly meant for me . . . you have no clue of the many things I wish I had said to you . . . but it is too late . . . as for now . . . I must forget, yet I just can’t! I just can’t!” she thought, her ideas becoming a confused mixed of regrets, wistfulness, and frustration. The image of his eyes on the mirror looked at her compassionately, communicating with her in that way he used to command so well, a wordless code she could understand. However, those looks that said “ I’m with you . .  . I feel what you feel ” only reinforced that connection that gave her pleasure and pain at the same time. Had it not been for the latter, she would have never wished it away. “Why wouldn’t you release me, Terry?” she asked in almost a reproachful moan, “ It is as though your hands had never released my waist, and my soul, that night at the hospital. What did you do to me? What sort of spell did you cast on me that not even time and my best efforts to forget can counter?” she questioned him in her thoughts. “Well, perhaps you would get better results countering my so called spell if you found more acceptable replacements. By Saint George, Freckles, that joke of a man you picked tonight was outrageous! How can I forgive you for this offense?” the man on the mirror responded with a hint of a crooked smile curving his lips that did not disguise his reproachful intent. “ No, I won’t allow you to go there! ” she replied in her thoughts, “ You, arrogant fool! You know too well that you have no challenger in my heart. And I should know by now that a simple physical attraction cannot compare to the irresistible force of the passionate love that you, despite my good judgement, still inspire in me. But, please, please, try to put yourself in my shoes”. “That is what you want from me now?” he asked wistfully. “Oh Terry, I wish you could find the generosity to forgive my feeble attempts to find love somewhere else, in someone else, even if that one is not half the man you are ”. The face on the mirror seemed to soften, while she proceeded to undo the intricate hairdo Annie had helped her create for that evening. “ Don’t you see that I’m trying to live up to the promise I made to you that night but failing miserably at that? Today was yet another example of my constant failures”, she continued her apology. “ Perhaps you’re not trying hard enough . . .  perhaps you are bad a keeping promises ”, the imaginary Terrence suggested with that challenging tone she knew so well. Candy saw her curly mane now falling freely over her back and with a sigh she responded: “I only wish you are far better at that than I will ever be, Terry. You’re happy with her, aren’t you? ” she asked with a throaty voice. The man in the mirror did not respond this time. Instead, he lowered his eyes. “Don’t worry, Terry,” she talked to him, trying to engage him in that imaginary conversation once again, “ All I’ve ever wanted is for you to be happy, even if I cannot see it with my own eyes, ” the young woman said, with great honesty. “ Do you really want to see me happy? . . . Why didn’t you come to see me that time when you had that ticket ? She could hardly believe that he was reproaching her for that decision. “ I just . . . I just couldn’t do it ” she mumbled, “ You see, I can wish you the best, hoping that you two are happy together, but please, don’t ask me to witness it. Don’t ask me to see you from a distance, or even worse, up close and pretend you are nothing to me .” This last avowal brought tears to her eyes again. “ You were everything to me . . .” he whispered, and the words were like daggers cutting her heart. “ Please, Terry, don’t say those things. You’re away, planning a wedding with another woman, and I stay here, watching this preposterous parade of men whose eyes do not shine as yours, whose smiles are opaque compared to the slightest twitch of your lips, whose voices do not ring in my ears before I fall asleep. . . how can I keep my promise when I have no heart to give to another because you, silly man that you are, forgot to return it to me ? His eyes saddened, full of concern for her. “ I’m sorry Freckles. Perhaps you need to create a new heart, a new you . . . to go on . . . or perhaps find happiness in a different manner . . . unless that you still hope that we . . .” “ No, let us not hope in vain. Shall we ?” she said, shaking her head, while eyeing her long curls over her shoulders, “ But you’re right. If I’m sick of this trial-and-error charade. I must stop it at once. I will create a new me, a new Candy . . . one that does not care anymore about finding love with a man by her side ”. And with this last resolution, Candy opened one of the drawers of her dressing table, extracting a pair of scissors. Before she could stop to consider what she was about to do, she turned on the table lamp next to her, grabbed one of her tresses, and cut it just beneath her ears. A few minutes later, a pool of blond curls flooded the dressing table and floor around the ottoman. With tears still running on her cheeks, Candy looked at herself and said audibly: “All right! No more senseless dates. This is me . . . Candice White Ardlay: Spinster! ” If Terry had truly been there to witness how the golden tresses he loved so much had been discarded so unceremoniously, he would have also wept with her.   Two months after this night . . . Susannah Marlowe passed away.

  • Después del Baile

    Una Viñeta basada en Candy Candy de Keiko Nagita Por Josephine Hymes La siguiente pieza fue creada para acompañar a un previo mini-fic titulado " Durante el Concierto" . Ambas viñetas nos muestras a nuestros dos protagonistas lideando con el dolor de su amor frustrado en la misma noche del mes de octubre de 1922. La versión en inglés de esta misma historia puede encontrarse aquí. Traducciones al italiano estás disponibles en: https://amicicandy.forumfree.it/ https://klin.forumfree.it/ Les recomiendo la siguiente pieza de Chopin para acompañar la lectura Después del Baile   Una noche de octubre de 1922 El sonido de la puerta al cerrarse tras ella permaneció en sus oídos mientras finalmente podía liberar el aliento que había estado conteniendo. El elegante dormitorio de color verde menta estaba sumergido en las sombras. En medio de tanta oscuridad, la tímida luna creciente de octubre estaba teniendo dificultades para ahuyentar la penumbra. La joven apoyó la cabeza en la puerta, cerró los ojos y deseó que todo lo que había sucedido aquella noche simplemente se desvaneciera en el cesto donde desechaba todos sus malos recuerdos. La joven deseaba que aquel desagradable beso fuera sólo un producto de su imaginación, pero era demasiado real, un fiasco tan real como decepcionante. ¿Cómo había permitido que eso sucediera? Era aún peor porque él no la había obligado a hacerlo. Fue con su consentimiento. Ella había enviado deliberadamente todas las señales necesarias para hacerle saber que lo estaba esperando. ¿No es eso algo que se supone debe suceder al final de una cita? ¡Por Dios! Apenas había comenzado y ella ya estaba deseando que esos labios se alejaran de los suyos. —     Eres una verdadera idiota, Candy —se dijo en voz alta, todavía reclinada sobre aquella maldita puerta, mirando cómo la luz de la luna caía sobre el espejo de su tocador. Sin embargo, la oscuridad seguía reinando en el dormitorio. Con un suspiro más cargado de cansancio que de alivio, la joven comenzó a alejarse de la puerta. Caminando hacia el centro del dormitorio, inició por liberar sus pies de los zapatos de tacón alto que calzaba, arrojándolos lejos. Caminando sobre la alfombra persa, llegó a la cama con dosel y se desplomó sobre el colchón. —     Fue la cita más desastrosa de toda mi vida, — pensó con una carcajada amarga y apagada que no se transformó en sonrisa, — y considerando mi deprimente vida amorosa, eso es decir mucho”. Sus ojos vagaban a su alrededor, mirando el dosel de seda que la cubría, como si fuera una pantalla en la que pudieran proyectarse ante sus ojos los acontecimientos de las semanas anteriores. Annie había insistido en que asistiera a la Gala de los McNamara con ese nuevo amigo que Archie había conocido en el Club de Yates de Chicago. El hombre pertenecía a la adinerada familia Stager y era uno de los solteros más codiciados de esa temporada. De hecho, lo había visto un par de veces antes; había bailado un Charlestón o dos con él en una de las fiestas de Annie y habían tomado el té juntos en alguna otra ocasión. Eso era todo. Cierto, era muy buen mozo, con un par de diabólicos ojos color avellana y una sonrisa pícara que le recordaba a otra . . . aunque no la misma. Tal vez fue esa media sonrisa suya la que la había persuadido a aceptar su ofrecimiento de escoltarla a la gala. Pensó que tal vez esta vez, sólo esta vez, la elección de Annie no había sido tan descabellada. — Soy una tonta , —se dijo para sus adentros y, levantando el torso para sentarse de nuevo en la cama, comenzó a bajarse las medias. Moviendo la cabeza de derecha a izquierda, desaprobando en silencio su propia conducta, se desvistió con movimientos perezosos. Mientras cada prenda caía descuidadamente sobre su loveseat de rayas blancas y rosas, se recordó que debía de ocuparse de arreglar aquel desorden a la mañana siguiente. Pero cada prenda que se quitaba del cuerpo no contribuía a hacerla sentir más ligera. Al contrario, la joven sentía el peso de su decepción presionando sus hombros aún más que antes. Abrió su armario para sacar una bata de seda que se puso con pereza, antes de sentarse frente a su tocador. De pronto, justo al sentarse en el taburete, sus hombros comenzaron a temblar, soltando un sollozo, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Instintivamente, abrió uno de los cajones para buscar su libro de oraciones. Allí, entre sus oraciones favoritas, estaba la foto de él. Por un segundo, no pudo reunir el valor de mirar la imagen, ya descolorida por el tiempo, de aquellos ojos brillantes. Se sentía como si esa noche ella le hubiese sido infiel y el dolor de su culpabilidad era punzante. Sin embargo, después de que su resistencia inicial se erosionara bajo la presión de su necesidad de volver a verlo, la muchacha acarició con sus ojos cada línea de ese rostro amado. —Ningún hombre se compara contigo, mi tonto arrogante —susurró con sólo una leve corriente de aire corriendo desde sus pulmones hasta su garganta. Colocó el libro abierto sobre su tocador, dejando sus manos libres para proceder a desmaquillarse. — ¿Cómo pude imaginarme que ese horrendo patán podía ser como tú ? —pensó, mientras se secaba las lágrimas con un algodón. — Quiero decir, tú también puedes ser un patán a veces, pero eso es sólo en la superficie , mientras que él . . . ¡Qué insoportable payaso, hablando de dinero, automóviles y yates toda la noche! Debería haber salido corriendo desde que él abrió la boca por primera vez. Mientras se miraba en el espejo, por un segundo que pareció durar una eternidad, el hombre cuyo rostro no podía olvidar pareció emerger de la oscuridad. —¡Y dejaste que ese idiota te besara! ¡Nunca te lo perdonaré, Pecas! —una voz tan profunda y masculina como la que la perseguía en sueños penetró el silencio, sonando como un violonchelo vibrando en el silencio de la noche. Ella lo miró, reconociendo esa mirada fría en sus ojos azules como el mar en una mañana tormentosa. —¿Puedes reprocharme que intente vivir de nuevo, querido Terry ? —replicó ella, mirando sus ojos zarcos, mitad feliz de haber conjurado su recuerdo y mitad temerosa de sus reacciones ahora que el fantasma de su recuerdo había decidido visitarla nuevamente. —Pero hiciste tanto alboroto cuando yo intenté besarte, y ahora aceptas estas citas, este hombre... ¿de verdad estás tratando de olvidarte de mí... de nosotros ? —respondió la imagen en el espejo, todavía malhumorada. Candy bajó la mirada, mojando el algodón en su crema facial para limpiar el delineador que corría por sus mejillas, mezclado con sus propias lágrimas. — Por favor, intenta comprender. Desearía poder explicarte honestamente lo que sentí entonces… después del Festival de Mayo… lo que tu beso significó realmente para mí… no tienes idea de las muchas cosas que desearía haberte dicho… pero es demasiado tarde… por ahora… debo olvidar, ¡pero simplemente no puedo! ¡Simplemente no puedo! — pensó, y sus ideas se convirtieron en una mezcla confusa de arrepentimiento, nostalgia y frustración. Los ojos azules en el espejo la miraban con compasión, comunicándose con ella de esa manera que él solía usar, un código sin palabras que ella podía entender. Sin embargo, esas miradas que decían “ estoy contigo… siento lo que tú sientes ” sólo reforzaban esa conexión que le daba placer y dolor al mismo tiempo. De no haber sido por esto último, nunca habría deseado que la conexión desapareciese. —¿Por qué no me sueltas, Terry? —preguntó casi con un gemido de reproche—. Es como si tus manos nunca hubieran soltado mi cintura, y mi alma, aquella noche en el hospital. ¿Qué me hiciste? ¿Qué clase de hechizo me lanzaste que ni el tiempo ni mis mejores esfuerzos por olvidar pueden contrarrestarlo? —le preguntó en sus pensamientos.   —Bueno, tal vez obtendrías mejores resultados contrarrestando mi supuesto hechizo si encontraras reemplazos más aceptables. ¡Por San Jorge, Pecas! Ese hombre ridículo que elegiste esta noche era simplemente inaceptable ¿Cómo puedo perdonarte por esta ofensa?  —respondió el hombre del espejo con un atisbo de sonrisa torcida que curveaba sus labios sin poder disimular su intencional reproche. — ¡No!  ¡No te permitiré que me reclames así! —respondió ella en su pensamiento — ¡Tonto arrogante! Tú sabes muy bien que no tienes rival en mi corazón. Y yo debería haber sabido que una simple atracción física no puede compararse con la fuerza irresistible del amor apasionado que tú, muy a mi pesar, aún me haces sentir. Pero, por favor, por favor, intenta ponerte en mi lugar. —¿Eso es lo que quieres de mí ahora? —preguntó él melancólicamente. — ¡ Ay, Terry! Ojalá pudieras encontrar la generosidad de perdonar mis débiles intentos de encontrar el amor en otro lugar, en alguien más, aunque ese alguien no sea ni la mitad del hombre que tú eres. El rostro en el espejo pareció suavizarse mientras ella procedía a deshacer el intrincado peinado que Annie le había ayudado a crear para esa noche. —¿No ves que estoy intentando cumplir la promesa que te hice esa noche, pero estoy fracasando miserablemente? Hoy fue otro ejemplo de mis constantes fracasos”,  continuó ella disculpándose. —Quizás no te estás esforzando lo suficiente... o quizás eres mala cumpliendo promesas  —sugirió el imaginario Terrence con ese tono desafiante que ella conocía tan bien. Candy vio su melena rizada ahora cayendo libre sobre su espalda y con un suspiro respondió: —Ojalá tu seas mucho mejor en eso de lo que yo seré jamás, Terry. Eres feliz con ella, ¿no es así?  —preguntó con voz enronquecida. Esta vez, el hombre del espejo no respondió, sino que bajó la mirada. —No te preocupes, Terry —le  habló, intentando involucrarlo una vez más en esa conversación imaginaria— Todo lo que siempre he querido es que seas feliz, aunque no pueda verlo con mis propios ojos  —dijo la joven, con gran honestidad. —¿De verdad quieres verme feliz? . . . ¿Por qué no viniste a verme aquella vez que tenías ese boleto ? Ella apenas podía creer que él le estuviera reprochando esa decisión. —Simplemente … no pude hacerlo  —murmuró—. Verás, puedo desearte lo mejor, esperando que tú y ella sean felices juntos, pero, por favor, no me pidas que lo presencie. No me pidas que te vea de lejos, o peor aún, de cerca y pretenda que tú ya no eres nadie para mí . Esta última confesión volvió a traer lágrimas a sus ojos. —    Tú eras todo para mí…   — susurró él, y sus palabras fueron como dagas que le cortaban el corazón. —Terry , por favor, no digas esas cosas. Tú estás lejos, planeando una boda con otra mujer, y yo me quedo aquí, viendo este ridículo desfile de hombres cuyos ojos no brillan como los tuyos, cuyas sonrisas son opacas comparadas con el más leve movimiento de tus labios, cuyas voces no resuenan en mis oídos antes de quedarme dormida... ¿Cómo puedo cumplir mi promesa cuando no tengo corazón para dársela a otro porque tú, hombre imposible, olvidaste devolvérmelo ? Los ojos de él se entristecieron, llenos de preocupación por ella. —Lo siento, Pecas. Tal vez necesites crear un nuevo corazón, una nueva versión de ti misma... para seguir adelante... o tal vez encontrar la felicidad de una manera diferente... a menos que aún tengas esperanzas de que nosotros...   — No, no nos esperancemos en vano. ¿De acuerdo ? —dijo ella, sacudiendo la cabeza, mientras observaba sus largos rizos sobre sus hombros—. Pero tienes razón. Si estoy harta de esta farsa de ensayo y error, debo acabar con ella de una vez por todas. Crearé una nueva yo, una nueva Candy... una a la que ya no le importe encontrar el amor al lado de un hombre . Y con esta última resolución, Candy abrió uno de los cajones de su tocador y sacó unas tijeras. Antes de poder detenerse a pensar en lo que estaba a punto de hacer, encendió la lámpara de mesa que tenía a su lado, agarró uno de sus mechones y se lo cortó justo por debajo de las orejas. Unos minutos después, un charco de rizos rubios inundó el tocador y el suelo alrededor del taburete. Con lágrimas aun corriendo por sus mejillas, Candy se miró y dijo en voz alta: —¡Muy bien! Basta de citas sin sentido. Esta soy yo... Candice White Ardlay: Solterona Si Terry realmente hubiera estado allí para presenciar cómo los bucles dorados que tanto amaba habían sido desechados sin contemplaciones, también habría llorado con ella. Dos meses después de esta noche... Susannah Marlowe dejó este mundo.

  • Chapter 10- Capítulo 10

    Este es un largo capítulo que nos ofrece un vistazo hacia la vida de Candy durante los primeros meses de su matrimonio. Espero que disfrutes volver a leerlo notando las pequeñas adiciones que contiene, en caso de que ésta no sea tu primera visita al apartamento de los Graham en Greewhich Village. Si, por el contrario, esta es tu primera vez, espero que la pases bien al adentrarte al nido de amor estilo Art Deco de nuestra amiga, la Sra. Granham. This is a long chapter in which we get a glimpse of Candy's life during the first months of her marriage. I hope you have a good time reading it again as you take in the small additions it contains, in case this is not your first visit to the Grahams' place at Greenwich Village. If , on the contrary, this is your first time, I hope you enjoy your visit as you step into the Art Deco love nest of our friend, Mrs. Graham, in New York.

  • Chapter 9: The cravat, the diary, and the music box

    As promised, dear friends, chapter 9 is now available for your perusal. I hope you enjoy the wedding memories once again. Happy reading! Josephine

  • Chapter VIII: Ballade 1, Opus 23 is now available . . .

    Dear readers: This weekend we will have a double release. We'll start with Chapter 8 on Friday, and move on to Chapter 9 on Sunday. So get ready for a wedding! Happy Reading! Yours truly, Josephine

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